Carta abierta a Marco Fidel Ramírez concejal de Bogotá, y a
sus seguidores sobre declaraciones del Halloween.
Apreciados Ciudadanos, estimado concejal:
Ante sus recientes declaraciones
por el Halloween me preocupé yo también, me asusté por el alma de los niños, y
la mía (yo también me disfracé de
pequeño), me apresuré a desmontar toda la decoración naranja de mi casa y junto
con las ahuyamas que pude haber regalado a una familia pobre, (lástima que
estuvieran tocadas por el demonio), y mis libros de Harry Potter los arrojé a
las llamas donde no podrán lastimar a nadie más.
La conciencia entonces me empezó
a atormentar cada vez que salía a la calle y veía los preparativos y llegué a
callar a una compañera de forma grosera cuando dijo la palabra Halloween,
Calla!! Le dije… no lo invoques junto a mí. (En ese momento creí que la palabra
era la de algún sujeto con cuernos y patas de cabra que me iba a asustar por
las noches el resto de mi vida).
Finalmente la curiosidad me ganó
y me puse a leer un poco sobre la festividad y quedé tan impresionado, que hoy escribo esta carta a
todo aquel que sienta su alma y la de sus paisanos en peligro, como sé que lo
siente usted señor concejal, su familia y sus seguidores, que como yo lo hice, pasan el páramo el
calzoncillos a costa de un niño disfrazado de supermán.
Procederé a citar las palabras
del concejal y a cruzarlas con información que logré recolectar.
“LA FIESTA DIABÓLICA DE HALLOWEEN debe prohibirse en Bogotá porque induce a los niños y a los jóvenes al SATANISMO y la BRUJERÍA ”
Leyendo sobre el Halloween me
topé primero con que no es una celebración Diabólica y anti-cristiana, sino que
es una fiesta católica con todas las de la ley, primero hallé que la palabra
halloween es una variación de “All Hallow’s eev” que viene siendo la víspera de
todos los santos, y que fue una festividad trasladada por el Papa Gregorio
XIII, del 13 de Mayo al 1 de noviembre, como el día de todos los santos.
Ante esta evidencia entonces me
horrorizó enormemente que una fiesta tan cristiana como esta tal como lo dice
usted fuera celebrada como lo hace:
“Todos sabemos que esa fiesta es utilizada
solamente para fomentar los ritos satánicos en la ciudad. La decoración de
calaveras, esqueletos, brujas; no son más que un culto abierto al satanismo, a
la brujería y al ocultismo pero lo disfrazan de recreación, no es más que una
manifestación de culto al diablo. Que no les conviene a los niños”.
Déjeme informarle en un principio
que yo no sabía que el halloween tenía esos fines, consulté con mis compañeros
de clase y ellos tampoco lo sabían, y después de consultar mis fuentes noté que
así como nosotros usted tampoco sabía de la finalidad de esta fecha, por lo que
encuentro extraña la expresión de “todos sabemos”.
Sin embargo le hallé razón al ver
que en vez de imágenes religiosas la gente cuelgue esqueletos, brujas calaveras
y calabazas con caras feas y empecé a indagar sobre el momento en el que se
denigró nuestra fe.
Encontré entonces, que la
celebración fue trasladada a esta fecha para coincidir y reemplazar una
festividad celta que celebraba el fin del verano y de la cosecha, y que debido
a esto heredó algunas costumbres de estas gentes alejadas de Dios, pero no de
su parte espiritual. Ellos creían que al ser el inicio del invierno los
espíritus rondaban el mundo, y para espantar a los malignos usaban máscaras y
esqueletos, y así protegían a su familia de cualquier entidad que no fuera de
Dios. Ya sabemos entonces que los
disfraces de policía no espantan a nadie, y los niños deben disfrazarse de algo
que de miedo para ahuyentar a los demonios.
Luego encontré la analogía de las
brujas en las escobas, y fue presentado por un Sacerdote Dominico por allá en
los 1400, diciendo que eran ellas las que ocasionaban los daños en las cosechas
y las lluvias de granizo montadas en la herramienta de aseo. De esas si hay que
cuidarnos entones señor concejal ya que he notado que los últimos días han sido
grises y lluviosos e incluso con granizo. Que el padre nos salve de la ira de
las brujas y de sus infiltrados en el IDEAM y las cadenas de noticias que nos
hacen ver que ese es un fenómeno natural. Sugiero para estos climatólogos del demonio, una
hoguera en la plaza de Bolívar, como la que hicieron antaño en Salem para
quemar todas las mujeres que se atrevían a estudiar y a comer hongos
alucinógenos.
La decoración de brujas es un
recordatorio de que se aproxima un mes lluvioso, y fue presentado por un
sacerdote. No hay por qué temer entonces.
Finalmente las calabazas me
generaron un sentimiento de pesar, resulta que en los países del norte cuentan
que un hombre pecador, logró engañar al diablo y atraparlo en una moneda
gracias a un crucifijo, el trato para liberarlo fue que dejara su pobre alma en
paz, sin embargo nunca le dio el diezmo a la iglesia y por eso Dios le cerró
las puertas del cielo, al no tener donde ir, se quedó vagando por la tierra,
iluminando su camino con un nabo hueco, regalo de Dios, con una llama del
infierno, burla del Diablo, en su interior.
Hoy todos lo recordamos por ser
valiente y haber retado al diablo, y ganarle, así como hizo Francisco el Hombre
en su momento.
En la misma entrevista, honorable
concejal, le preguntaron de la seguridad de los niños, y de la recolección de
dulces, usted contestó:
“Independientemente de con quién, cuándo y
cómo la parafernalia y la idea en general de esta fiesta induce a la sociedad a
estas prácticas ocultistas. Es una vulgar promoción de la brujería”
Ya nos dimos cuenta que la idea
de la fiesta es otra, santa y pura, pero los niños de aquí a allá pidiendo
dulces me parece peculiar. Me enteré entonces que en otros países se
acostumbraba a pedir manzanas, y pan para las almas, una práctica generosa y
cristiana, y que en los años 50 se vinculó al Halloween por la UNICEF (Quién lo
diría).
Al ser los niños los
beneficiados, las manzanas fueron acarameladas, y los panes fueron reemplazados
por pastelillos y golosinas.
Nuevamente vemos que cada
costumbre de Halloween, llegada de sitios diferentes, Estados unidos, Irlanda,
Escocia, Portugal y la antigua Britannia, tiene una justificación santa y
cristiana, por lo que he podido volver a dormir en paz. Celebraré el Halloween
como los años anteriores, con la firme convicción de estar haciendo algo bueno,
como cuando sus fieles le dan el diezmo para financiar su campaña, su casa y
sus carros, en pro del alma de todos los Bogotanos. Amén.
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